martes, 30 de octubre de 2007

MOSAICO

Como no tengo tiempo para sentarme a escribir una crítica nueva (por ejemplo, de Stranger than Fiction, que ya llegará), dejo un mosaico casero de las películas que vi entre la semana pasada y esta, con la intención de liberarme de conceptos como "estado del arte", "metodología del análisis de contenidos", "populismo", "revoluciones latinoamericanas" y tantos otros...


miércoles, 24 de octubre de 2007

Reign Over Me





Leí en una página una simple línea que define esta película: Dejá entrar lo inesperado.

Eso me paso. Lo inesperado para mí era esta película.


Uno se entera a veces de que hay una película determinada dando vueltas, la consigue, y después de haberla conseguido, lee lo que otros han escrito al respecto. Pero no la ve. La deja ahí, esperando su momento. Mi momento llegó y no había forma de que fuera otro que el que fue.
El Dr. Johnson tiene una vida monótona y aburrida. Un día, ve por la calle a un flaco que era su compañero de habitación en la universidad. El tipo anda en scooter, va con auriculares y pasa de largo, no se sabe si no lo escuchó o no quiso escucharlo. Charlie, el del scooter, perdió a toda su familia.
Su mujer + 3 hijas iban en uno de los aviones que se estrelló contra las Torres. Johnson lo vuelve a ver (no hay casualidades en este puto mundo, parece) y se acerca, el tipo no lo reconoce, pero de a poco van reentablando una amistad añeja. Charlie está solo, medio del todo pirado y sólo escucha música.
Uno va ganando la confianza del otro, se pelean, se amigan, pero el tema de la muerte de la familia de Charlie sigue pendiente, nunca una palabra, y cuando asoma un atisbo de pasado en cualquier conversación, cualquiera sea el ámbito, Charlie se raya y empieza a romper cosas. Johnson se calienta, se enoja, pero no lo deja. No abandona.
No quiero empezar a contar anécdotas de la película, porque todavía la estoy procesando, todavía estoy con los ojos rojos y la garganta cascada de gritar Reign over me, la canción de los Who reversionada por Pearl Jam para el film.
La cosa es que ninguno de los dos se espera lo que va a sucederles, ni que uno le haga el aguante tanto ni que el otro pueda volver a creer en que hay algo por lo que vivir -después de estar en el lugar del que uno cree y sabe que no va a volver-.
Sobrevivir, dejar que la vida pase sin que te pegue nada porque todo ha sido demasiado doloroso, demasiado choto y demasiado solitario. Que tu esencia se haya estrellado contra los vidrios y el fuego quemara, sin posibilidad de rescate, los mínimos pedazos que de uno han quedado.
Que la vida siga y que el día de hoy sea una copia de una copia de una copia del de ayer, y el día anterior a ese, y al anterior...
La frase que en un punto odié, pero es tan cierta -como la mayoría de los refranes chinos- que dice que el árbol no te deja ver el bosque, bueno... Y tu vida es una mierda rutinaria sin sentido, sin conmoción, sin emoción, sin nada diferente.
Que la vida siga y que el día de hoy sea una copia de una copia de una copia del de ayer, y el día anterior a ese, y al anterior...

Pensé una frase bastante pelotuda, que la iba de "es una especie de viaje iniciático pero de mitad de viaje para adelante", pero en realidad es corta la bocha: estás en el medio del camino, en un punto de tu vida, en el que las cartas están jugadas y no hay mayores sobresaltos, pero llega eso que te sacude y te deja medio muerto en el medio del desierto... Qué hacés? Dejás que corran los días hasta que no puedas más y martillarte la cabeza? Dejás que otros decidan por vos lo que te conviene? Te dejás morir? O aceptás la mano de alguien a quien ni de puta te esperabas que estuviera ahí, que sólo quiere verte bien?

Ahí está la cosa. Uno puede estar en el peor momento de su fuckin' existencia, ser un vegetal amorfo que dobla la esquina sólo por inercia, que nada ni nadie importa porque ya todo importó demasiado. Y ahí están esos amigos que uno ni se esperaba, que saben ver que uno necesita una oreja, no consejo ni palabras de aliento. Sólo estar.

Ni qué decir cuando Charlie (Adam Sandler en el papel que TIENE que darle el Oscar a mejor actor, pero ya sabemos cómo son las cosas) huele el disco.. .Sí, huele el disco y huele la música. Huele esa esencia que a muchos nos compone. Huele que ese es su refugio y su salida, tan privado y personal como su dolor, tan suyo que nadie puede comprenderlo sino como delirio de un loco.
Y pensando desde otro lugar: por qué tiene Charlie que lidiar con eso? Por qué rehacer su vida? Por qué no dejarlo sufrir en paz? Esa maldita compulsión a tener-que-estar-bien porque otros lo/nos necesita/n (en el caso de la película, los padres de la mujer de Charlie quieren verlo y ayudarlo, aunque también juega su propio dolor en no perder el lazo para con su vida y con sus nietas que él significa). Por qué no dejar vivir a quien elige no hacerse cargo de una realidad tan chota?
Cuántas dicotomías. Contradicciones dignas de ser lo que somos o lo que podemos, ni más ni menos.
(escrito el 21/9, a las 22.43, luego de ver la película)

sábado, 13 de octubre de 2007

LOST HIGHWAY

















David Lynch tiene una lija (¿o una goma?) en la cabeza. No necesito justificar esta afirmación.
Febrero del año 1998.
Mi sangre ebullía de cosas nuevas: curso de ingreso en periodismo, bandas, libros, y ese verano trajo, de casualidad -porque La Plata en esa época no tenía salas de cine alternativas- una película que tenía un tema de los Smashing Pumpkins y me interesó. Para qué…

Al principio...

Una pareja bastante rara, una casa más rara todavía -la casa de Fred y Reneé era la casa de Lynch en ese momento, y perteneció a Polanski, quien vivió allí con Sharon Tate-. Llegan videos anónimos, imágenes cada vez más perturbadoras, esa escena brutal que es sólo un instante, y después…

Fuga psicógena*.

Y empieza otra película. O no.

Cuando más es más quilombo...

Alice, Reneé, poco importa. Lo cierto es que tanto Fred como Pete están perdidos por ella/s (?) que parece/n ser el centro de todo el entuerto. Y lo son.




Esas escenas oscuras, ese enano enigmático, los porteros eléctricos y la lucha con la tripa, con lo que tenemos adentro y no podemos evitar, aún pudiendo volver atrás y enmendar los errores.

Actores, actrices... qué actriz...

Patricia Arquette tan linda, tan con cara de mina indescifrable, en un papel que no imagino alguien más pudiera haber interpretado… Y Bill Pullman dejando atrás el proto-papel de presidente de los EU de Independence Day, para ser un actor con onda.
Cuando la banda de sonido determina la película

La ambientación sonora de Trent Rreznor no podía ser mejor, combinada con ese sonido tan particular al que nos acostumbró Angelo Badalamenti a lo largo de toda la filmografía de Lynch. Sumemos la genial apertura en manos de David Bowie, a Marylin Manson, Carlos Antonio Jobim, Lou Reed (increíble This Magic Moment), Rammstein, los ya mencionados Smashing Pumpkins, el ex Bad Seed Barry Adamson y NIN.

Impresión personal: ritmo y re-pe-ti-ción

Volví a verla a la semana siguiente. Más pensaba, menos entendía. Y me encantaba no entender, porque me daba excusa para ir al cine de nuevo.

A modo de ... mmm... Conclusión?

Hay que verla y volver a verla, adentrarse en esa atmósfera (recomiendo que sea de noche, con el cielo bien cerrado, y de ser posible, solo/a).


Ah. Las películas de David Lynch no-se-explican.



Links









*No sabía lo que era hasta que me crucé con un diccionario de términos médicos. Es algo así como una amnesia, que mientras dura, te creés que sos alguien más, sin reconocer tu vida anterior. En la peli la llevan al extremo tal que el cambio incluso se manifiesta de forma física.